El Bautismo
¡Te felicito por haber recibido a Jesucristo como tu Señor y Salvador! El Señor Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24). Yo sé que tu corazón está lleno de amor y gratitud por todo lo que Cristo ha hecho por ti. Como hecho hijos de Dios es nuestro privilegio y deber seguirlo y obedecer su voluntad. Jesús dijo: "Y el que no lleva su cruz (la voluntad de Dios) y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14:27). Y otra vez en Juan 14:21: "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él". Quisiera hablarte del bautismo, un mandamiento de Cristo y un paso muy importante en la vida de cada discípulo del Señor.
EL EJEMPLO DE JESÚS
La palabra "bautizar", según la etimología, significa "sumergir". Por lo tanto, se entiende que el bautismo bíblico se ha llevado a cabo por medio de la inmersión en agua desde la época de Juan el Bautista. Jesús nos dejó el ejemplo cuando fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán. Dice la Palabra de Dios: "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:16-17).
UN MANDAMIENTO PARA TODOS LOS DISCÍPULOS DE CRISTO
Un poco antes de la ascensión, Jesús dijo a sus discípulos: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:18-19).
En el día de Pentecostés los apóstoles bautizaron a las 3,000 personas que se arrepintieron y creyeron en el Señor Jesucristo. Dice Hechos 2:41: "...los que recibieron su palabra fueron bautizados". Tú, también, necesitas obedecer al Señor en el bautismo.
EL EJEMPLO DEL ETIOPE
Felipe, un evangelista de la iglesia primitiva, le había predicado a Cristo a un etíope eunuco, quien era un funcionario de la reina Candace. Dice la Biblia: "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo dijo: Creo que Jesucristo, es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó" (Hechos 8:36-38). Después de compartir un testimonio sano y sincero de su fe solamente en el Señor Jesucristo de parte del etíope, Felipe le bautizó.
EL SIMBOLISMO DE LA INMERSIÓN
El bautismo es una ordenanza de la iglesia neotestamentaria y un símbolo de nuestra unión con Cristo. Pablo dijo: "Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección" (Romanos 6:4-5).
Primero, el bautismo da testimonio de tu fe en el Evangelio - la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo (1 Corintios 15:1-5).
Segundo, el bautismo simboliza la transformación de tu vida por medio de la gracia de Dios. Segunda a los Corintios 5:17 dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". El bautismo habla de tres verdades:
Todo esto no significa que somos perfectos, o que jamás pecaremos en el futuro, sino que, habla de nuestra posición en Cristo como hechos hijos de Dios y de nuestro propósito de seguir a Cristo en todas las cosas.
Dos palabras finales:
- Busca una iglesia bautista independiente donde se predica y se practica toda la Palabra de Dios. Encontrándote con el pastor, compártele al pastor tu testimonio de cómo te convertiste al Señor Jesucristo y pídele que te bautice.
- Date cuenta que al bautizarte, te añadirás a esta iglesia y será tu deber congregarte fielmente y servirle al Señor con los otros hermanos (Hechos 2:41-48; Hebreos 10:25).
Que Dios te bendiga.